La casa es espectacular y está muy bien situada, a 2 minutos de scooter del templo de Uluwatu o de Single Fin.
A destacar la piscina que es increíble, esta impoluta y la disfrutamos muchísimo.
La casa dispone de una fuente/garrafa de agua fría, Wi-Fi que funciona bastante bien, toallas de baño y playa, sabanas, etc.
Made es el local host y es súper atento, cada día nos limpió y ordenó hasta el menor detalle de toda la casa. Se avanzaba en todo momento a lo que necesitábamos por ejemplo el alquiler de scooters, transporte al aeropuerto, información de la zona, precios de atracciones turísticas, preguntas de la casa, etc.
Otro auténtico lujo para nosotros fue tener un buen restaurante justo al lado, pedíamos y nos traían la comida a la piscina por ejemplo.
El único "inconveniente" de la casa es que las habitaciones inferiores no son demasiado grandes y no tienen AC (si tenían ventilador), y el baño inferior “insuficiente” para las 6 personas alojadas en esa planta, pero compensa por todo el resto de la casa.
¡100% recomendable!